lunes, 19 de enero de 2015

Oda al pueblo

De repente ha empezado a sonar esa canción. Como si de un interruptor se tratara, las imágenes se agolpan en mi cabeza. Imágenes de todo ese tiempo que he pasado con ellos, esos momentos tan buenos que hemos tenido que me hacen sonreír cada vez que los evoco.
Esos momentos de locura... Rectifico, esos días enteros de locura que pasábamos todos juntos, risas, venazos, tonterías y demás. Salir a dar una vuelta sin rumbo, hablando o haciendo el tonto; tomar algo en los bares de la plaza entre bromas y risas; ir a los charcos a bañarnos con las tonterías siempre presentes incluso en el coche...
Pero sobre todo saber que siempre están ahí para cuando les necesites. Y me entristece saber que todo eso puede cambiar y de hecho está cambiando poco a poco.
Tony se fue a vivir a Bélgica, y pese a ello sigue viniendo cada vez que puede para pasar un tiempo con nosotros y salir de fiesta. Ya no es lo mismo, pero algo es algo y cada vez que viene hacemos lo que podemos por dejar lo que estemos haciendo y salir echando leches para verle. Cuando no está todos le echamos de menos, incluso esos momentos en los que me pide que le lleve a Madrigal o que le vaya a buscar. ¡Qué cojones! ¿Con lo que me gusta conducir cómo voy a decir que no?
Mi hermano, estudiando en Salamanca. La universidad le quita mucho tiempo, pero aún así también viene cuando puede. Se le echa de menos cuando no está, se nota quién es el que pone ese toque de locura extra. Es como un ingrediente extra para una pizza, sin él las locuras no saben igual. Y los calvos se te dan de miedo, cabrón.
Aunque Sergio y Blas sigan aquí, tampoco es lo mismo. Somos pocos los que quedamos en el pueblo y también ellos marcharán pronto. Se hacen muy amenas las charlas con ellos, y casi son los que le dan al grupo las ganas de fiesta.
Carlos, qué difícil es describirte desde aquí, hijo prenda. Desde que fuiste a Madrid casi no pisas por el pueblo...Ese aporte de humor un tanto excéntrico a veces pero que siempre resulta en carcajadas, y sobre todo de esos picahuevos que matan a cualquiera. Y las risas que nos echamos contigo, ¿qué?
Abel, otro de los que peor están (aunque sinceramente yo no sé quién está peor de todos nosotros..) que siempre tiene algo que decir sea cual sea la situación... Y obviamente cuando la dice todos a reírse.
Luna, que aunque te conozco de hace mucho tiempo, tu locura también es única e inimitable, y se te echa en falta esos largos períodos de tiempo que no estás en el pueblo.
Guibi, claro. Estás tó' chalao' tío. Pero las risas que nos echamos con cada una de las que armas. Un día vamos a acabar denunciados y aún así nos vamos a seguir descojonando vivos.
El montón de buenos momentos que hemos vivido juntos... Y los que nos quedan.
No vamos a ser tan pesimistas de pensar que ya no habrá más como esos, ¿no?
Pero tampoco voy a olvidarme de las nuevas incorporaciones...
Irene, que aunque tú tampoco es que estés muy bien de la cabeza nuestras gilipolleces te siguen sorprendiendo. Siempre buscando WiFi... Pero con un toque de locura único como esas poses extrañas que pones a veces o cuando te pones a caminar rápido por la calle, o cantando a gritos... O cuando te hacemos cosquillas y te pones a moverte para todos los lados y a chillar, que parece que te estamos violando.
Nayla, casi diría que la más seria del grupo. Lo que te ríes con todos y lo bien que te lo pasas viéndonos hacer el tonto, ¿eh? Pero está bien que sigas siendo responsable, que a veces viene bien pararnos un poco los pies entre tanta tontería.
Y por último pero no menos importante, Vane, la luz de mi vida. Sólo has venido dos veces y sé que te ha encantado tanto el pueblo como estar con nosotros. ¿Qué voy a decir que no sepas ya? Bienvenida al grupo cielo.
Bueno, basta de sentimentalismos por hoy, no sea que me ponga pesado. Gracias a todos por esos buenos momentos y que sigamos teniendo muchos más como esos o mejores todos juntos.
¡Casi se me olvida!
Laura, desertora, más te vale venir este verano a conocerlos a todos.

Cobardía o coraje

Sentado sobre la rama de ese altísimo árbol, observo el cielo estrellado. De nuevo estoy pensando en ti. Otra vez pensando en aquella que m...