lunes, 25 de mayo de 2015

Revelación de una noche

Y aquí estoy, una vez más tras una noche en vela. Pero me siento diferente...
No he hecho más que preguntarme por mí, por mi futuro y por todo en general. Pero ahora lo tengo claro. No me he hecho las preguntas correctas, lo correcto no es plantearme mi futuro... No.
Es hora de quitarse la máscara que tanto tiempo lleva ocultando mi rostro. Me he repetido la historia de cómo soy con esa máscara hasta llegar a creer que soy así. No... Lo he visto claro. Todo me ha venido a la mente gracias a simples palabras. Todo.
Todos aquellos ideales que defendí, todas aquellas cosas que viví... Me he convertido en una sombra de lo que soy. Hoy, eso ha cambiado.
Soy yo, no mi sombra, quien tiene que elegir su camino.
"Si persigues a un animal salvaje, sólo lo harás huir, has de quedarte quieto y esperar que ese animal vaya a ti."
Y yo lo había olvidado.
Lo había olvidado.

viernes, 22 de mayo de 2015

No estás, no estoy

Retazos de sueños recuerdan mi melancolía porque no estás. Son sólo retazos de una mente turbada que ha perdido lo único que lo mantenía en el buen camino.
Porque no estás, no estás conmigo, como tantas otras veces, hablando despreocupadamente y tratándome con ese cariño tuyo, tan tierno.
Porque no estoy, no estoy seguro de lo que debo hacer en un futuro, ya no. Me siento perdido, atenazado por la furia del dolor.
Porque no estás, no estoy.

lunes, 18 de mayo de 2015

Pesadillas sin sentido...

¿Qué? ¿Qué es esto? ¿Dónde estoy? A mi alrededor se expande un mundo hecho de ... ¿Nada? Fantasmas de todos los colores que parecen dibujados por un niño pequeño revolotean sin rumbo por esta nada. ¿Qué es esto? Entiendo, es un sueño. Entonces sólo tengo que despertar. Pero no puedo...
Y mis pensamientos se ven truncados por una silueta ante mí. Una luz inexistente le alumbra... Demonios, no puede ser pero... ¡ese tío es clavado a mí!
¿Y qué cojones hace con una espada? ¿Eh? Ha aparecido otra en mi mano... No hay necesidad de pensar para saber lo que va a ocurrir. Está claro... Tengo que vencerme. Primera arremetida...
Recuerdos confusos se agolpan en mi mente, desde mi infancia hasta los más recientes. Pero uno resalta por encima de todos: un niño sentado en un banco de piedra, solitario pero sonriente, viendo los coches pasar frente a él y recitando mentalmente sus marcas mientras su abuelo se acerca desde la fuente con una botella de agua fresca. Se la tiende y ambos sonríen.
Segunda arremetida.
Un hijo y su padre cantando y tocando la guitarra. Parecen muy unidos...
Tercer golpe.
Cuarto, quinto, sexto. ¡BASTA POR FAVOR!
Séptimo golpe.
Un chico respira en su cama con dificultad y aprieta sus manos con fuerza. Está librando una batalla en su interior.
Mi sombra desaparece atravesado por mi propia espada.
Quizá lo he conseguido... ¿Es esto es una victoria? Ojalá sea la definitiva.
Y despierto. Todo está oscuro, pero reconozco mi habitación en la penumbra.
Definitivamente, no vuelvo a cenar tanto antes de acostarme.

Cobardía o coraje

Sentado sobre la rama de ese altísimo árbol, observo el cielo estrellado. De nuevo estoy pensando en ti. Otra vez pensando en aquella que m...