Desde lo más oscuro del corazón hasta la más bella luz interior. Allí se esconde el ángel oscuro, en el que se funden luz y oscuridad.
sábado, 13 de diciembre de 2014
Que nunca acabe
El invierno ha pasado. Lo sabía. Esperar tiene sus frutos, al fin y al cabo. Aún cuando ya me había rendido seguía esperando. Esa carta sólo fue una falsedad causada por alguien que no deseaba realmente verme feliz. Y aquí estás.
Sonríes. Sonrío. Una mano se aferra a la mía y tira de mí para llevarme, pero siempre con suavidad. Y yo me dejo llevar. Sí, es hora de entrar en ese refugio de montaña. Ahora ya no es necesario, la nieve se ha derretido y las hojas han nacido de nuevo en los árboles, los pájaros cantan alegremente a nuestro alrededor y las flores asoman tímidamente a nuestros pies. Es primavera. Pero igualmente tú quieres entrar. Es obvio, debes estar cansada. Sí, vamos dentro y te acompañaré en tu descanso. Es lo menos que puedo hacer.
El agradable clima del interior de la casa se deja intuir levemente al abrir la puerta. Un cálido clima que invita a tumbarnos en la cama. Sonríes. Sonrío.
Que nunca acabe, por favor. Que nunca acabe este momento. Que nunca acabe esta dicha.
miércoles, 10 de diciembre de 2014
Un nuevo templo de naipes
Alzo la vista y poco a poco echo un vistazo a todas las cartas que he puesto. Hasta ahora mismo no me había dado cuenta de la enorme cantidad de cartas que había colocado, de lo grande que era el castillo. El dibujo de cada carta es único, el dibujo de cada una representa una cosa distinta. Es entonces cuando veo los dibujos de ambas cartas en mis manos.
Cuando consigo, por fin, librarme de todo pensamiento y controlar mis nervios y mi respiración llevo las cartas a su sitio poco a poco, lentamente. Las dejo caer muy suavemente sobre las que forman el último piso, formando un triángulo. En ella, cuando las dos se juntan formando la pequeña pirámide del pináculo se ven ambos dibujos claramente distinguidos.
Un chico con los brazos erguidos hacia su izquierda, una chica con los brazos alzados hacia su derecha. Y es entonces al juntarse cuando se adivina su significado completo. Un abrazo eterno.
jueves, 12 de junio de 2014
Cansado
Estoy cansado. Sí, yo también me puedo cansar a veces. Estoy cansado de tener que buscar algo para mantenerme ocupado y no poderme relajar a gusto sin pensar en nada más que en mí alguna vez. Cansado de que si estoy descansando me digan que soy un vago y no hago nada. Cansado de seguir pensando en lo mismo una y otra vez sin poderlo remediar. Estoy harto de todo y de todos. Son mis vacaciones y sin embargo todos se empeñan en que tengo que estar trabajando u ocupado en algo. Si he hecho mi parte del trabajo, ¿qué más quieren? ¿Que lo haga todo yo? Y por encima de todo... Estoy cansado de velar por ella cuando ella ni siquiera lee estas palabras. Cuando de las pocas veces que la hablo ella contesta aún menos. Cuando me hizo ilusiones durante un mes y me las destrozó por completo cuando menos lo esperaba... Estoy harto de todo. Y de todos. Podéis llamarme pasota, decir que soy un egoísta o que sólo quiero hacerme la víctima. Pensad lo que queráis, si eso os hace sentir mejor. Pero no soy de piedra, tengo sentimientos aunque los oculte. Y estoy harto. Tengo obligaciones, sí, pero nadie se acuerda de mis derechos. Y estoy harto.
miércoles, 11 de junio de 2014
El batir de las alas negras
Una flecha sale de la nada. La esquivo por poco y miro al suelo. Allí, entre los árboles, hay dos arqueros humanos. Cabreado me lanzo directo hacia ellos. ¿Dos simples humanos creen que pueden atacar a un ser claramente superior? No lo toleraré.
Posando lentamente los pies en el suelo observo sus caras de pavor. Uno de ellos me apunta con el arco cargado. Sonrío de nuevo.
- Sois muy estúpidos, o muy valientes- las palabras me salen solas.- O bien creéis que vuestra hora ha llegado y no sabéis cómo morir. Deberíais sentiros honrados- desenvaino mi espada negra.- Tranquilos, no va conmigo el hacer sufrir a la gente. A pesar de mi oscuro aspecto, no soy malvado. Pero sí rencoroso.
El arquero suelta la flecha, que vuela hacia mí directamente... Y la atrapo entre mis dedos índice y pulgar, negando con la cabeza. Sonrío con frialdad, viendo que ambos cargan flechas en sus arcos.
- Os advierto, puedo perdonaros la vida hasta en dos ocasiones. Pero, si lanzáis esas flechas, estáis muertos.
Antes de que terminara esas palabras, soltaron decididos las flechas. Suspiro y me concentro vagamente. Al instante, aparezco delante de ellos envuelto en un fugaz destello luminoso. Lanzo mi espada hacia delante en una estocada implacable y atravieso al mayor de los dos. Con los ojos muy abiertos, me mira sorprendido y agonizante. En apenas unos segundos, sus ojos pierden todo el brillo mientras el más joven me mira incrédulo y horrorizado. Extraigo la espada y dejo caer el cuerpo sin vida. Como recuperando la conciencia de sí mismo, el otro arquero echa a correr.
- Tss...
Alzando mi mano, le apunto directamente. La negrura total le envuelve y mi espada negra reluce con una brillante luz. Al momento, siete arcos de luz casi simultáneos rodean al chico mientras me coloco tras él. El paisaje vuelve a la normalidad y el chico, inmóvil, cae de rodillas. En ese mismo instante me vuelvo y veo cómo su cuerpo se divide en varios trozos envueltos en sangre que sale a borbotones de todas ellas.
Es en estos momentos cuando mi parte de demonio se ríe en mi interior. Mi nombre es Kareth Dylan, señor de la luz y rey de la oscuridad. Mi trabajo es mantener el equilibrio entre ambas. No soy bondadoso, no soy malvado. Soy justo. Y quienes me atacan... Lo pagan muy caro.
Mi ira se ha aplacado. Ya no me importa que ella no venga. Porque yo seguiré esperando. No aquí, por supuesto. Seguiré esperando mientras prosigo mi viaje. Y proseguiré mi viaje sin más compañía que el batir de estas alas. El batir de las alas negras.
Felicidad momentánea
Esta tensión que siento nunca desaparece... Continuamente vivo con una opresión en mi pecho que mitigo a veces gracias a otras personas... Pero no se va. ¿Por qué? Hay elecciones que resultan muy sencillas, pero otras... Sonrío con pena. Otras son tan dolorosas y tan horribles...
Prefiero no pensar, pero parece que no depende de mí. Mi cerebro se obstina en hacerme una y otra vez regresar a ello. ¿Para qué? Yo ya tomé mi decisión. El resto no es cosa mía. Pero mi cerebro no atiende a razones. Y mi corazón sufre por ello.
Me llevo las manos a la cabeza y trato de sacudir mis pensamientos. Pero el resultado es el mismo. Salgo de casa y me dejo guiar por mis pies, tratando de alejar todo de mí. Una máscara de indiferencia cubre mi rostro. Pero en mi interior todo está tan agitado que parece un huracán. Y duele.
Necesito centrar mi atención en otras cosas...
El coche está cerca y las llaves en mi mano. Sonrío una vez más con pena y meto la guitarra en el. Nada más apagarse la luz de los calentadores, acciono el arranque y a la primera el motor ronronea, como si estuviera a gusto con mi presencia. Eso me hace feliz... Momentáneamente.
Entrenamiento a la espera
Miro mi mano. La mano de un monstruo. Y entonces vuelvo a suspirar. Soy yo, otra vez. Pero la furia ha marchado. Y tras ella sólo queda el dolor de la incertidumbre.
Supongo que tendré que seguir esperando.
martes, 10 de junio de 2014
Ruego
domingo, 8 de junio de 2014
Pesadilla o sueño, sueño o pesadilla
Ese es el mayor problema. Si sueñas despierto, ¿cómo puedes distinguir el sueño de la realidad? Y si consigues hacerlo (algo que es prácticamente imposible), ¿cómo distingues un sueño de una pesadilla antes de que nada malo ocurra? Todo tiene un precio, excepto si es en sueños. Intercambio equivalente lo llaman. Pero eso sólo funciona en la realidad. Supongo que entonces, cuando todo es demasiado bonito para ser verdad es cuando se considera un sueño. Y cuando algo malo ocurre en ese sueño es cuando se convierte en pesadilla. ¿Será eso verdad?
Si es así... ¿Qué es esto? ¿Un sueño o una pesadilla? ¿Una pesadilla o un sueño?
Ya no lo sé, porque esto es demasiado bonito para ser verdad incluso cuando ocurren cosas malas y dolorosas.
¿Qué es entonces? ¿Pesadilla o sueño? ¿Sueño o pesadilla?
Sinceramente... No quiero que sea ni uno ni lo otro. Quiero que sea REAL.
Cobardía o coraje
Sentado sobre la rama de ese altísimo árbol, observo el cielo estrellado. De nuevo estoy pensando en ti. Otra vez pensando en aquella que m...
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Las luces alumbran las calles de esa bella ciudad nocturna, en la cual la vida surge de nuevo tras varias horas de calma. Multitud de jóvene...
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Escribo para olvidarlo todo y a la vez recordarlo, como por olvidar bebe un borracho con la botella en la mano. Escribo para olvidarlo t...
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Una brisa fresca recorre mi rostro y me despierta. Siento mis párpados pesados del cansancio, ya que casi no he dormido... Y sigo un momento...